Elena Arizu de Mendilazu, cariñosamente Nucha, era la dueña originaria de los viñedos donde hoy se encuentra Bodega Araujo. Soñadora incansable, trabajadora y apasionada, cuidó de sus viñas luchando contra las adversidades tecnológicas y culturales de su época, priorizando el cuidado del medio ambiente por sobre todo.
En Bodega Araujo compartimos su causa. Creemos que la lucha por algo mejor puede estar viva en cada detalle. Por eso, honramos su legado con este malbec orgánico, producido de forma transparente y natural, sin químicos ni conservantes, tal como la naturaleza y Nucha lo hubiera deseado. La elaboración de este vino fue nuestra manera de manifestarnos a favor del medio ambiente a través de una producción 100% amigable con el planeta: cápsula 100% reciclable, sin plásticos, impresa con tinta de agua.
Notas de cata: a la vista de color rojo intenso, con reflejos violáceos, brillante, joven y en nariz elegante y balanceado, combina aromas frutados propios del varietal ciruela, moras, perfectamente amalgamados con las notas de vainilla y chocolate propios de su paso por roble. En la boca es de entrada dulce, amable, untuoso, correctamente balanceado en taninos-acidéz.