Hace muchos años, Nucha, dueña de los viñedos donde ahora se encuentra nuestra bodega, tuvo una visión. Soñadora incansable, trabajadora, apasionada, Nucha cuidó de sus viñas luchando contra las adversidades tecnológicas y culturales de su época, priorizando el cuidado del medio ambiente por sobre todo.
En Bodega Araujo compartimos su causa. Creemos que la lucha por algo mejor puede estar viva en cada detalle. Por eso, honramos su legado con este malbec orgánico, producido de forma transparente y natural, sin químicos ni conservantes, tal como la naturaleza y Nucha lo hubiera deseado.
La elaboración de este vino fue nuestra manera de manifestarnos a favor del medio ambiente a través de una producción 100% amigable con el planeta: cápsula 100% reciclable, sin plásticos, impresa con tinta de agua.
Comprar una botella de Nucha es una forma de manifestarse a favor de la defensa del medio ambiente. Si hay nucha, hay lucha.