Un proceso de elaboración pensado desde el viñedo
Para este Laurita, seleccionamos cuidadosamente las uvas 100% Cabernet Sauvignon de una parcela específica, garantizando que cada botella refleje la esencia del terroir.
Nuestro enólogo, Héctor Renna, destaca que la elección del Cabernet Sauvignon no fue casualidad:
“Es una variedad de ciclo largo, lo que nos permite manejar su madurez para obtener un rosado equilibrado y fácil de tomar. Buscamos una frescura natural.”
¿Por qué elegimos Cabernet Sauvignon?
No es una cepa tradicionalmente usada para rosados, lo que lo hace un vino único.
Es la segunda cepa más consumida en Argentina y una de las más consumidas en el mundo.
Contamos con un lote específico de Cabernet Sauvignon en nuestra finca que se ha desarrollado excepcionalmente bien.
Tanto nuestros ingenieros como enólogos nos recomendaron apostar por esta variedad para crear un rosado especial.
A diferencia de otros métodos de elaboración de rosados, en este caso utilizamos el prensado directo, sin maceración con las pieles. Esto nos permitió obtener un color sutil y aromas delicados.
Además, descartamos los vallejos (las fracciones más intensas del mosto), lo que da como resultado un perfil más elegante y sutil, en contraste con los rosados obtenidos por sangría, que suelen tener un carácter más frutado e intenso.
El mosto se fermentó con levaduras seleccionadas a 15°C durante 23 días, logrando un vino fresco y con gran definición aromática.
A la vista: Color rosado suave con reflejos piel de cebolla, brillante y de baja intensidad cromática. En nariz: Aromas frutales delicados, frescos y bien definidos. En boca: Entrada amable y equilibrada, con una frescura que invita a seguir disfrutando.
Para disfrutar al máximo su expresión, se recomienda servirlo entre 8 y 10°C. Es un vino ideal para maridar con ensaladas frescas, sushi, mariscos, quesos suaves o simplemente para acompañar buenos momentos al aire libre.