Esta certificación es entregada por B Lab, una organización sin fines de lucro con sede en Estados Unidos que busca tejer redes para transformar la economía global, beneficiando a las personas, las comunidades y el planeta. Su propuesta apunta a crear una economía que pueda generar valor integral, promoviendo formas de organización económica que puedan ser medidas desde el bienestar de las personas, las sociedades y la naturaleza, de forma simultánea y con consideraciones de corto y largo plazo. Así, una Empresa B se propone ser mejor para el mundo, comprometiéndose de forma personal, institucional y legal a tomar decisiones que generen triple impacto positivo (social, ambiental y económico).
Para obtener la certificación, atravesamos un proceso de evaluación detallado y riguroso en el que se examinaron los impactos positivos en distintas áreas: trabajadores, gobernanza, medioambiente, comunidad, clientes, como también en el modelo de negocio. Los resultados mostraron el camino ya realizado por desarrollar un sistema productivo consciente, ya que obtuvimos un puntaje de más de 50 puntos. A partir de allí, comenzamos a trabajar con el objetivo de superar los 80 puntos necesarios para certificarnos: luego de un año y medio de trabajo, logramos obtener la calificación de 88.7.
Desde nuestro nacimiento en 2001 en la localidad de Villa Atuel, San Rafael, Mendoza, realizamos una revisión y mejora de los procesos de producción vitivinícola, llegando hoy a elaborar vinos y uvas sin pesticidas, conservantes ni agroquímicos, con certificación orgánica, y de manera integrada con el desarrollo de la comunidad local.